Personajes

Lord Mors Risgard


El líder de la Casa Risgard es un hombre mayor cercano a los sesenta. Ha vivido numerosas experiencias, muchas de ellas traumáticas, y se ha convertido en un hombre reflexivo y meditabundo. Siempre ha sido astuto y raudo de pensamiento, así como de verbo fácil y carismático. Un magnífico señor.
Es el único hijo y primogénito de Lord Ruffus Risgard y Lady Genoveve y fue educado para gobernar. Cuando tenía dieciocho años, su Casa fue llamada a una audiencia con el recién nombrado Rey Aerys II de la Casa Targaryen, con la que siempre habían tenido muy buenas relaciones, cuyo contenido fue un misterio para él. Tras una breve estancia allí, fue separado de la práctica totalidad de su familia y enviado a Essos con su madre para cerrar acuerdos comerciales. Allí conoció a la madre de sus dos primeros hijos, sus mellizos bastardos, Joseph y Lidda Arena. Era una bellísima hilandera de la que instantáneamente quedó prendado. Dos años tras el parto, y habiendo cerrado líneas de comercio de azafrán con diferentes familias tyroshis y lysenas, la pareja acabó con su historia de amor imposible y acordaron que los hijos viajarían con Mors que les daría una vida mejor.
Y así fue. La vida en Punta Azufre era más que cómoda. Sus hijos estaban bien atendidos entre los cuidados de los señores de las tierras, mientras Mors viajaba de aquí para allá engrandeciendo las riquezas y el nombre de su Casa. Muy a menudo visitaba Lanza del Sol, interviniendo en la corte, donde era bien recibido, y otras muchas, visitaba Casas vecinas donde cerraba acuerdos acerca del azafrán o la arcilla. Los bastardos Arena fueron criados plácida y felizmente convirtiéndose en lozanos jóvenes.
Tras cerrar el acuerdo matrimonial de su hijo Mors con Lady Alba de la Casa Blackmont, Ruffus y Genoveve fallecieron. Mors pasó a hacerse cargo de los dominios Risgard como algo natural y ejerció como buen gobernante. Tras algunos años tranquilos en los que Mors vio crecer a sus hijos y asentó su matrimonio, Lady Alba murió al intentar dar a luz a su tercer hijo. Este hecho sumió al señor de la Casa, y a la Casa misma, en una época gris que muy lentamente regresó la normalidad.
Volvió a casarse. En esta ocasión fue con Lady Rox, la hermana de la señora de la Casa Toland, que había enviudado dos veces y que ya no le prestaría tanta atención a su avanzada edad. Tras muchos intentos consiguió engendrar a su heredero, Teobald, que aunque débil y tullido demostró tener el agudo intelecto propio de los Risgard.
Cuando los mellizos contaban con 22 años y su heredero con ocho, estalló la guerra. Robert Baratheon se había rebelado contra el reinado Targaryen y amenazaba con atentar contra los dominios de Dorne. Doran Martell no quería implicarse en la guerra, así que Mors demostró su lealtad urdiendo un plan en el que los Martell no tendrían nada que ver pero que evitaría la invasión rebelde. La Casa Risgard preparó sus ejércitos y los envió portando estandartes reales a las Marcas de Dorne. Estaban comandados por el mejor guerrero del que disponía la Casa, su hijo Joseph Arena, que sería acompañado por los mejores lugartenientes. El plan marchó como habían pensado, los ejércitos de Robert no consiguieron pisar las Montañas Rojas, pero el hijo de Lord Mors falleció en la batalla.
Además, Robert Baratheon ganó la guerra y los Targaryen fueron aniquilados. La Casa volvió a sumirse en otra etapa gris y sufrió cierto declive. Incluso fue obligada a viajar a Desembarco del Rey a jurar fidelidad al nuevo monarca rebelde para demostrar que seguía siendo leal al Trono de Hierro. Fue el último viaje de Mors a la capital de Poniente.
Años después de la coronación de Robert, regresó a las tierras Risgard una vieja sirvienta que creció con Mors, viajó con él a Desembarco del Rey y de la que siempre estuvo enamorado, la hermosa Julya. Tras servir en Punta Azafrán, pasó a ser criada de Elia Martell, tras la muerte de ésta siguió sirviendo en la Fortaleza Roja y hace unos años regresó a los dominios Risgard y solicitó volver a asentarse aquí. Julya viajaba acompañada de Abel, un crío de ocho años fruto de la última visita de Lord Mors a Desembarco del Rey.
En la actualidad, Lord Mors cree que no le queda demasiado tiempo, pero al menos sabe que Teobald está preparado para sucederle. Confía en que sus vástagos sabrán ocupar el lugar que les corresponde, que, aunque la Casa se enfrenta a numerosos retos y dificultades, prosperará y estará bien surtida y que seguirá siendo clave con el devenir de los tiempos.

Lady Rox

La señora de la Casa Risgard es Lady Rox, hermana menor de Nymella Toland, señora de Colina Fantasma. A pesar de su relativa juventud, Rox ha estado casada anteriormente en dos ocasiones, pero sus matrimonios han acabado siempre funestamente. Su primer esposo, un Dayne de Ermita Alta, murió intentando rescatar a sus caballos tras un incendio en uno de sus establos. El segundo fue atacado por bandidos en el desierto y solo hallaron sus huesos humeantes cerca de Dunas Rojas. A ninguno pudo darles herederos. Ese ha sido su único temor desde entonces, poder engendrar un hijo legítimo. Tras volver a Colina Fantasma y pensar que ya estaba todo perdido, se sorprendió ante la petición de mano de Lord Mors. Rox la aceptó con agrado, sabía que el señor de Punta Azafrán ya había tenido hijos antes y que su semilla era fuerte, pero no fue tan fácil como parecía. Pasaron años hasta que se quedó embarazada y cuando por fin dio a luz, el resultado no fue como esperaba. A su vástago le costaba respirar, era diminuto y una de sus piernecitas estaba retorcida y ennegrecida, pero se aferraba a la vida y berreaba fuerte como un oso. 
Con los años y tras criar a su hijo, Lady Rox ha sido una mera espectadora de la vida en Punta Azafrán. Ha aprendido a soportar las condiciones de vida en el castillo Risgard, y está orgullosa de ver crecer a su hijo, el heredero de Punta Azafrán. No puede decir que ame a Mors, pero es un amigo y confidente leal.

Teobald Risgard

Teobald es el perfecto heredero, si no contamos con que goza de una constitución enfermiza y que cojea de su pierna izquierda. Aún así, Teo es un joven brillante, astuto como su padre y voluntarioso como su madre, ha heredado la perspicacia Risgard, tiene una oratoria fluida y es un excelente administrador. Sin embargo, no está para nada capacitado para los asuntos de la guerra. No puede soportar viajes largos, se asfixia con facilidad y, para colmo, una malformación de nacimiento en su pierna izquierda no le permite caminar con soltura. Él no se apoca, sabe que algún día le tocará sustituir a su padre y se está preparando para ello. El Maestre Tadeus le sirve de guía cada mañana y aunque le cuesta, entrena con el arco por las tardes. El resto del tiempo lo pasa administrando las tierras con su padre.

Lidda Arena

Lidda se pasa las horas llorando en sus estancias, de ahí que entre el servicio se la conozca como la Plañidera. Es fruto del tiempo que Lord Mors pasó en Tyrosh, ya que allí conoció a una delicada hilandera de la que quedó prendado. El resultado fue una pareja de mellizos, Joseph y Lidda. Cuando el señor de la Casa regresó a Poniente acordó con su madre que viajarían con él ya que les daría una mejor vida. Años después, tras llegar a Dorne, se enteraron de que su madre había fallecido a causa de unas fiebres. 
Lidda tenía una relación muy cercana con su hermano. Pasaba todo el tiempo que le quedaba tras las clases de religión y costura junto a él, sin embargo, a diferencia de Joseph, Lidda, siempre tendía al romanticismo y la soledad. Cuando su hermano se hizo un imponente caballero y partió a luchar en las Marcas temió por él. Cuando recibió la noticia de su honrosa muerte comenzó a llorar. Y hasta hoy. Los intentos de unirla en matrimonio con algún noble de una posición medio digna han sido poco fructíferos, a pesar de su madura belleza, y rozando los cuarenta ya es casi un caso perdido. Seguirá llorando en sus estancias en el ala norte de la torre del homenaje.

Abel Arena

Este chico de sonrisa pícara y rizos azabache es el terror de los sirvientes del castillo, un ciclón que no para quieto y pone patas arriba todo lugar por el que pasa. Este jovenzuelo es conocido por su rebeldía y sus travesuras, y también por ser el bastardo de Lord Mors. Abel nació en Desembarco del Rey, fruto de una noche de pasión entre Lord Mors y su madre Julya. Ellos se conocían desde críos, puesto que su madre trabajó en Punta Azafrán gran parte de su vida. Luego Julya entró a servir en la corte, y allí fue donde lo tuvo. Mors viajó a la capital a petición del Rey y se reencontró con su madre en la Fortaleza Roja. Años después de la coronación del Rey Robert, Julya y él abandonaron la capital y volvieron al antiguo hogar de su progenitora.
Abel Arena, no tiene más preocupación que enredar, pero su padrastro se empeña en meterlo en vereda. Está obligado a tomar clases con el Maestre Tadeus, y entrena con la espada todos los días. Al menos lo segundo le gusta y no se le da nada mal. Hace muy poco fue nombrado escudero de Ser Dickon Santagar, otro intento más de su padrastro de enseñarle disciplina. Ha hecho buenas amistades con Teo, pero él es bastante más travieso. Ya sabe que los días de niño tienen que acabarse y que tiene edad de madurar. Ahora comienza a interesarse por algunos temas de adultos, como su hermanastro. 

Maestre Tadeus

Los maestres dejan atrás su vida una vez entran a estudiar en la Ciudadela, y Tadeus ha hecho precisamente eso. Desciende de la Casa Mertyns, pero su devoción es únicamente hacia Punta Arrojo y la Casa Risgard. Es un experto sanador y atiende al heredero de la Casa con sus dolencias, pero además, hace de profesor de todo tipo de materias con los hijos del Lord.


Ser Dickon Santagar

Ser Dickon es un héroe de guerra y un caballero ungido. Nació en Bosque Pinto y es primo lejano de Lord Symon. Fue él junto a Joseph Arena y a Harmen los que ejecutaron el plan de Lord Mors para evitar la entrada de tropas leales a Robert en las Montañas Rojas. Todo se desarrollaba como lo habían planeado hasta el último momento cuando una flecha perdida se clavo en el pecho del hijo del señor y le provocó la muerte. El plan salió adelante, pero las cosas ya no fueron las mismas. 
Ahora ejerce como maestre de armas en Punta Azafrán y es el Comandante de la Compañía Sagaz. Dicen que es dado al juego y que cuando puede se escapa a Villa Arrojo, pero lo cierto es que sabe cuáles son sus obligaciones y es fiel a sus votos como caballero. Es un general hábil y un experto con la lanza, conoce al dedillo el castillo y siempre estará presto a defenderlo con uñas y dientes.

Harmen "El Certero"

Harmen se crió en Villa Arrojo como hijo de un comerciante, pero desde pequeño dejó relucir su aguda puntería y su don con el arco. Pronto entró a formar con los soldados de Punta Azafrán y se ganó el rango de capitán con rapidez. Trabó buena relación con los integrantes de la Casa Risgard y en especial con los mellizos Arena. La Rebelión de Robert le llegó en su mejor momento, su pulso era finísimo y su vista tan potente como la de un halcón, pero le dolió ver como sus amigos y hermanos, Joseph y Lidda, se veían obligados a despedirse. Comandó a los arqueros en las batallas marqueñas y defendió las Montañas Rojas con lo mejor de sí. Lo efectivo del plan de Lord Mors se vio en el resultado, pero la muerte del bastardo de Punta Azafrán lo sumió en una honda tristeza y lo cambió para siempre.
Ahora ejerce de jefe de arqueros de Punta Azafrán y de capitán de los Caminantes Ásperos. Se dedica a patrullar los caminos y en tiempos de guerra comanda las unidades de arqueros. Su carácter se ha agriado con el tiempo y dicen que ahora es un tipo malhumorado y pendenciero. Aquí parece que es cierto lo de que la guerra deja huella en las personas.

Julya

Julya es hija de una sirvienta de Punta Azafrán. Se crió desde niña junto a Mors y se hicieron íntimos amigos. Crecieron juntos, se descubrieron juntos y conocieron el primer amor juntos. Julya se hizo una joven más que atractiva, con una estrella especial capaz de volver loco al hombre más importante, pero tanto Mors como ella sabían que era una relación imposible. Cuando la familia Risgard viajó a Desembarco del Rey a la audiencia con Aerys II, los enamorados viajaron muy cerca, pero cuando Mors fue enviado a Tyrosh y ella pasó a formar parte de la corte de Elia Martell, lloraron en la distancia. Tan sólo volvieron a verse una vez más. Tras la coronación de Robert, Mors Risgard visitó la capital de Poniente por última vez para jurar fidelidad al nuevo monarca. Julya se las había arreglado para seguir trabajando en la corte y aún permanecía en la capital. 
Hace años, volvió a Punta Azafrán acompañada de un joven de sonrisa pícara. El hijo fruto del amor entre el señor Risgard y ella aquella última noche.

Orondo Thomas

Thomas es un hombre hecho a sí mismo. Nació entre una familia humilde de Nuevo Arrojo, pero gracias a su habilidad y astucia supo hacer negocio en el mundo del azafrán. Poco a poco fue haciéndose con el control casi total del mercado y consolidó la fuerza del gremio. Tanto es así, que ahora el Gremio de los Especieros que él lidera es toda una autoridad en la región y casi la máxima en Nuevo Arrojo. Thomas se enorgullece de su mote de orondo pues demuestra lo mucho que se ha enriquecido, “cuando era joven estaba tan delgado que apenas se me veía de perfil y mira ahora, es difícil no verme” suele decir. Es un hombre inteligente y brillante en los negocios, de bonitas palabras pero duro en el regateo.